sábado, 6 de abril de 2019

Introducción

Esta es la historia de una página web que estuvo presente bajo el domino www.miborges.com.ar, que apareció conjuntamente en formato libro (fotos varias, abajo) y en forma virtual entre 1999 y 2014. Fue además un portal de poesía y de reportajes. 

María Kodama, Alejandro Vaccaro, María Rosa Lojo, Marta Díaz, Ignacio Gutiérrez Zaldívar, Susana Marta García fueron algunos de los entrevistados que engalanaron aquellas páginas (iremos de a poco añadiéndolos)




O tempora! Así apareció originalmente (y tengo todavía varios ejemplares así cerrados), con film termosellado, una faja roja que ofrecía "GRATIS: 1 Mes de Internet. Con este libro, CD-Rom incluido". Es que en los inicios de la internet, se instalaba (jaa, sí sí, se instalaba) el sistema operativo que posibilitaba tener internet en la una PC. Esta empresa que nos auspició en su momento, 1999, Sinectis, posibilitó pagar la edición. De hecho, éste fue el primer libro completo puesto en un sitio web en la Argentina, según la gente de Sinectis nos informó en su momento. El portal original fue diseñado conjuntamente por el periodista y editor Chacho Rodríguez Muñoz y el DG Martín Díaz Cortez. 



Esta, la portada ya del libro propiamente dicho, sin film ni faja. 


Ya sin film, los elementos por separado: el libro, el CD Rom de promoción que venía insertado dentro de la contraportada y la faja que envolvía el libro. 


Un detalle más cercano de los elementos de la portada de
 miBorges.com, poema en nueve cantos: 
el título del poemario, que vincula a Jorge Luis Borges, creador del concepto de biblioteca universal y, por lo tanto, hacedor conceptual de la red de redes y la cara de la moneda conmemorativa aparecida en la Argentina en 1999 en homenaje al centenario del nacimiento del escritor. 


La contratapa, con la dirección URL de entonces: www.miborges.com.ar, que señalaba la conjunción de elementos, libro físico + web; en medio, cruz de la moneda conmemorativa que apareció en la Argentina en homenaje a Borges por el centenario de su nacimiento, en 1999, que muestra uno de los símbolos borgeanos por antonomasia, el laberinto, y por último, abajo, números y barras del ISBN, registro de la obra. 






Y de aquí en más, el libro completo: 





Y Dios lo hizo morir durante cien años y luego lo animó y le dijo:



-¿Cuánto tiempo has estado aquí?
-Un día o parte de un día, respondió.

Alcorán, II 261 
Acápite del cuento El Milagro Secreto,
Ficciones, J. L. Borges






Como lo cuenta Borges

"Fue en la Nochebuena de 1938, el mismo año en que murió mi padre, que sufrí un grave accidente. Yo subía apresuradamente una escalera cuando de pronto sentí que algo arrasaba la piel de mi frente; había rozado el filo de una ventana recién pintada y abierta de par en par. A pesar de los primeros auxilios, la herida se infectó. Durante una semana más o menos permanecí en cama sin dormir y sufriendo alucinaciones y temperatura elevada. Una noche perdí la capacidad de hablar y hube de ser trasladado urgentemente al hospital; se había producido septicemia y durante un mes me debatí entre la vida y la muerte...Había escrito algunos poemas y docenas de reseñas breves, pensé que si ahora intentaba escribir uno y fracasaba entonces significaría que estaba terminado intelectualmente. Pero si intentaba algo que no hubiera hecho nunca anteriormente y fracasaba, no sería tan doloroso y hasta podría prepararme para la revelación final. Decidí que intentaría escribir un cuento; el resultado fue Pierre Menard, autor del Quijote... Recuerdo que mi madre quería leerme fragmentos de un libro que yo había pedido, 
Out of the Silent Planet de C. S.Lewis, pero durante tres noches no dejé que lo hiciera. Finalmente prevaleció su voluntad y, tras escuchar una o dos páginas, rompí a llorar. Mi madre me preguntó cuál era la razón de mis lágrimas. Lloro porque comprendo, dije”.
De “Las memorias de Borges”, publicado en el diario La Opinión de Buenos Aires, el 17 de septiembre de 1974.




Punto de inflexión

"El punto de inflexión (en la vida de Jorge Luis Borges) fue un terrible accidente que sufrió a finales de 1938. Siempre había padecido problemas de visión, y aquel año resbaló en una escalera mal iluminada y cayó, golpeándose gravemente la cabeza. Estuvo seriamente enfermo en el hospital durante semanas, tuvo terribles pesadillas y una convalecencia dolorosamente lenta, en la que comenzó a dudar de su estado mental y de su capacidad para escribir. Y de este modo, a los treinta y nueve años, intentó escribir un relato para tranquilizarse..."
Bloom, Harold: El canon occidental, Anagrama, Barcelona, 1995, pág. 473


A ti, lector

Escribí este libro como si me lo dictaran, en una noche. Y luego fueron casi diez días de pulir sus versos apasionada y febrilmente. Soñaba con Borges despierta y también cuando dormía. De pensar en él salieron repito, como dictados, los versos que siguen y que, como una obsesión, me persiguen hasta el momento de editar este libro.
Para librarme de esa obsesión es que la comparto con quien tenga la paciencia de leer, en papel o en Internet, los Nueve Cantos que componen el poema. ¿Hace falta explicar este juego de sueños de ida y vuelta donde nuestro Borges, en su delirio de 1938, imagina cómo faltando poco para terminar su siglo es una poeta quien lo sueña?
Al lector que ame los laberintos y los tigres no le daré explicaciones. Sólo lo invito a navegar este viaje onírico y borgeano como lo hice yo, en nueve singladuras, durante otras tantas noches del último invierno del milenio.

Sandra Pien



Canto I


Yo te convoco poeta

dijo Borges

al eterno retorno

urdimbre remota.

En una cama de hospital

Borges delira.

Ocurrió un accidente tonto

ascendentes escaleras temporales

ocultaron una ventana cruel

torrente cauce

rojo profundo

sangre en el calendario indiscreto

gotea 1938

es fin de diciembre.

Imágenes en filigrana

paradoja en sus tinieblas febriles

él sabe

no es el río de Heráclito

deambula dejando reposar

su cuerpo inmóvil

bastón en mano

tanteando perpetuamente el muro eterno. 

Enjambre de actividad en su espíritu

electrones girando en los núcleos

billones de veces por segundo.

Borges delira

sueña el designio 

de un solo poema intemporal.

Balbucea

no recibimos los hechos

sólo su reflejo en una conciencia

y la pasión 

con los datos sensibles.

Invoca a Shelley

to illumine our tempestuous day

insiste en duplicarse

no sólo los sentidos

son testigos falsos

la imaginación

no alcanza a imaginar

la verdadera forma de la naturaleza.

Septicemia dicen los doctos

hipertermia y destemplanza

el tiempo es una ilusión

se declara un conflicto.

Soy un perdido espejo de mi padre

conocedor del poder del canto

dimensión existencial básica.

Borges revive en mi mente

el jardín de utopía.

El olor de los eucaliptos

en la memoria

lo transporta en mí 

hacia Adrogué

simetría idónea del ocio de las tardes.

Soy peregrino repite

voz y destino de mortal. 

~

Canto II


Me sueña que lo sueño

virtualiza en mí

letras convirtiéndose en palabras.

Somos uno y tres con Whitman

cada pequeña piedra

refleja la gloria

del gran principio

del misterio último.

El Víctor Hugo de Borges

pelea en mí

con su Rousseau

toda la naturaleza

es caos en armonía

inestable orden

de complejas secuencias temporales.

Borges se enajena

desciende al nacimiento

para conjurar la cábala

lenguaje antecedente de la creación

materna leche estudiosa de la escritura

cien años hacia delante

desde 1899 aturdida lanza.

Allí punto lírico

sitúa dispone

del tiempo circular

un poeta es todos los poetas.

Retoza en la idea de su Platón

aquella de copia de copia

y celebra

soy sombra de la sombra del poema.

Sinonimia casi sonriendo

bardo rapsoda trovador

juglar cantor aedo

coplero recitador soy. 

Treinta y nueve años en la fiebre

citan a otros treinta y nueve

cercana distancia cosmológica

y ella me soñará que la sueño poeta 

filamento quizá hilacha

en ese sortilegio eficaz

temporal puerta cancel 

de la sustancia de que estoy hecho.

El azar será el emblema

imposibilidad de conocimiento humano

pero otra lógica

tal vez spinoziana 

distinta causalidad. 

~

Canto III


Ese es un invisible hilo

misterio invulnerable

oscuro sendero 

sensación de soledad

ya conocida

restregando un lecho extraño.

El patio ajedrezado de la infancia

volvió en mí a su presencia

compartiremos Palermo

sus malevos cuchillos 

con sus claveles carmín fantasmas

susurró

recorremos viejos sermones

ofertorios galantes

en el alma del suburbio

ritos de aquel hombre tenue

en la figura de Carriego

-nombrarlo es darle vida-

en su sueño concatenado.

Borges se exalta

largo silencio tempranero

la materia es permanente

sin estructura

idea de fósil

recuerdo del origen

el universo contiene su historia. 

Tomaremos parte

de las pesadillas de Kafka

y de sus dos obsesiones

la parábola sucederá

a la confidencia.

Por esa afinidad del azar

nos visitará también

el ruiseñor que asistió

a Keats y antes a Ovidio. 

Recitaremos aquel himno glorioso 

del señor del espacio

y del tiempo saturado

de magia hindú

así este dolor físico

mío y de todos

hará que el alma olvide

sus otros infiernos. 

~

Canto IV

Esta cama hace de lazo

trampa y vínculo

entre espiritualidad y materia.

Anoche perdí 

la capacidad del habla

salvajes bestias me persiguen

pero me obstino en resistir aún

me eterniza el placer del pensar.

Borges se enardece 

memora una deuda antigua

con la mano izquierda

desde la batalla de Lepanto

y la repone en este delirio.

Revive a Alonso Quijano en mí

tan ingenioso caballero

infinita fuente de inspiración

haciéndose en nosotros

de piel la lectura

de cientos de cantares

de gestas de hidalguía.

Nada de tergiversar ajenos romances

me dijo

de este escalofrío engendraré

en este más tarde perpetuo

a un tal Pierre Menard

también autor del Quijote. 

~

Canto V


El enigma de la biblioteca

ser universal

puede reducirse a palabras

ellas se encuentran

enmascaradas difusas

en sus anaqueles gavetas estantes

talismán invisible

para evadir tristezas

con nuevas pupilas bajo un nuevo sol.

Alguna vez diré

si uno ha leído un libro

ese libro es parte de uno.

¿Será textofagia?

Su humor se cruza 

con la Enciclopedia

imperecedero cosmos

indomablemente archivado.

Mi triple colega

en mí lo evoca

bibliotecario ciego y escritor

se puso en marcha 

para demostrarme su simple tesis

el movimiento existe.

En ese persistente devenir

me traslado lector voraz

a la biblioteca de Alejandría

inmanente en mi mortal talento. 

Mi metáfora del atisbo

de la humanidad

hoy es el arte

contenedora fuerza

de eventos y de leyes.

Mallarmé me confió sus dos secretos

el mundo existe para llegar al libro

es el primero musitó Borges en mí

el otro clama

el encanto de la poesía

está en descubrir poco a poco. 


~

Canto VI

Confusión

maraña imposibilitada de brújula

es este extravío accidental 

agonía de tres noches.

Borges persevera en ser Georgie

en no dispersarse

no enloquecer

en silenciosos soliloquios.

Soñemos me impele 

soñemos una relación de opuestos

contradicción

entre tiempo y eternidad

entre relativo y absoluto.

Un existencial laberinto

se le presenta en mí

desconcierto

símbolo en nueve letras

perplejidad del hombre

por encontrar la salida.

Ventanas aparentes

hostigantes de lo real

desolada arboleda

encrucijada y pacto incierto.

Bifurcaciones infinitas

curvas exiguas

cadena ilusoria

eternidad escondida en el abismo.

Desde esta cama tormento

liberaré hoy

los ojos enrejados de los tigres

mares de relatos

buscando la voz de esta tierra

regresión de la memoria

a compartidas ficciones.

De muchacho

se confesó en mí

tanteaba sorprender

con zonzas ortografías fonéticas

ellas me condujeron

again and again al laberinto.

Una tarde Borges se encontró

allí cara a cara

con un hombre

agitado sudoroso

le dijo en mí llamarse

Leopold Bloom.

Abatido

había extraviado un día en su vida

un 16 de junio de 1904

lento nihilismo

borrosa frontera de la ambigüedad.

Otra celebración del mundo

comenzará cuando despertemos

de este sueño único ilimitado.


~

Canto VII

Dudemos

¿este no equilibrio

podrá producir coherencia?

Más visiones múltiples

respuestas miles

es un disimulado signo.

Borges se trastorna

sueña ser viajero

en un tranvía en mí

en dirección a Almagro Sur

camino necesario hacia la bella lingua.

La Divina Comedia

herejía sublime

de la invención cortés

se le va revelando

desde los amaneceres

durante nueve años fértiles

mágico número diluido

en el empedrado porteño.

Qué dolce stil nuovo

es este arte del dire parole per rima

medieval cántica de lo tremendo

donde al glorificar a una donna

se rescata la vida del poeta.

Esta noche soñada es la del 7 de abril

de un instante indestructible

como aquella del 1300

del hombre perdido en una selva oscura.

Nueve círculos concéntricos

se abren desde sus pies postrados

se hunde desde la cadencia

la cifra lo maravilla

en abismos condenación 

castigos tinieblas.

Se deslumbra 

por la ley del contrapaso

para Francesca y Paolo

lujuriosos pecadores

atrapados por siempre

en el canto quinto

aquel de la borrasca infernal

que nunca cesa.

Borges es Alighieri 

que se sueña en mí 

y se compadecen juntos

de la suerte de los amantes.

Amor que no perdona que no amemos

oye el desdeñado por Florencia

poeta del valor de toda una vida

en un único instante.

Homero fue un sueño de Virgilio

Virgilio del de Dante

Dante del de Borges

vates hermanados

impronta existencial

semblanza de la razón

y clásica sabiduría

viaje alegórico

para salvar la esencia humana toda.

Reino de la pena

reino de la esperanza

volveré a la luz

murmuró en mí

y en mi paraíso

dijo

nostalgia del rezo

los diecisiete volúmenes

de las Mil y Una Noches

estarán esperándome. 


~

Canto VIII


Curioso momento

calmo rostro en la vigilia

Borges respira aliviado.

Sueña que está en Ginebra

la más propicia

en pequeñas felicidades.

Recobra épocas

de vanguardias y garúas 

primitivas vacilaciones

paseando la mirada

por tempranos versos.

Dichoso sueña en mí

las empedradas calles

de la ciudadela 

las amables librerías

y sus antiguos libreros

el cantito del francés ginebrino.

Se cruza con Abramowicz

se saludan jovialmente

conjurándose

lapso indestructible.

Pronto volverán a dialogar

acerca de los cantones

patria de uno y otro.

Borges sueña que caminamos juntos 

en ésta su sublimada ciudad 

conversa de sus antepasados vikingos

de ese Londres de G.K. y Father Brown

vagando por entre la inmortalidad coronada

insular urbi et orbe
 de los personajes de Shakespeare

de las coplas inglesas de la abuela Haslam

de la espada del abuelo Borges

coronel de una carga de fantasmas

poncho blanco

tordillo al viento

toque de clarín hacia la muerte

protector de esa vieja virtud argentina

el individualismo.

Habla de compatriotas

de Juan López y John Ward

de los indios pampas

evocación de llanuras del sur.

Me sugiere

mares de campos

el sabor de una saga

vastedad de un milenio.

Estoy disperso en mi obra

suspira

ahora mis sueños son memoria de todos.

Cientos de libros

quedaron sin escribirse

el del viento

el del agua

el del fuego

por citar sólo algunas elegías.

Le cuento sobre computadoras

control razón y redes

occidental esquizofrenia

del no estamos solos global

del no podemos dejar de comunicarnos

de internautas arrobando la letra a

traductora traicionera

de una realidad a otra.

Dejemos ejercer

me influye

son pocos los temas

y siempre los mismos

una palabra encierra mil

sólo es otro instrumento de metáforas.

Meditemos

sobre la geometría del azar

innato elemento en la naturaleza

hay que retornar a él

lo hemos olvidado.

Seguimos el sentir de la senda.

Frente al espejo del Ródano

traspaso el brazo del hombre a otra dama

los miro irse juntos

mientras ella le susurra al oído

pronto sabrá usted quiénes somos.

Número diez rue des Rois

Cementerio de Plainpalais

silenciosos se detienen.

Aquí Borges sueña

que elegirá ser enterrado

traza exterior de parque apacible

flores rojas para el olvido.

Sólo quiero ser tierra

repite

miscelánea de greda y polvo

a través de estirpe de árboles.

Entre ellos

designa a un If 

será el atalayero

rara conífera 

de condicional nombre

memorante del verso kiplinianio.

Ojalá pueda su follaje

mantener también

intacta su firmeza.

Epica silbada milonga

resuena triste

calle abajo entre las fuentes.

Iluminados sueños

se despiden al caer el ángelus

se confundirán

con sones de campanas votivas

en recuerdo del peregrino.

Esplendor uncioso

laureles naturales 

frente engalanada

del que será eterno huésped. 

Borges sueña

que levantará su mano

se despedirá de su amada María 

ese segundo sábado de junio.

El otro deambulará

por siempre

en el cibercielo de los poetas.

~

Canto IX


La voz de mi madre

me arrulla intenta regresarme

mientras recita en pulcro inglés

una novela de C.S. Lewis

me sacude me estimula.

Borges se reduce

se contiene

desorientado entrevé

en mi sueño

hay que matar al doble.

Todavía endebles palabras

melancólico umbral

donde sólo los labios de ella

música amiga

procuran recobrar los verbos

de la lectura feliz.

El despertar

videncia transitoria

fragilidades fluctuaciones

entre párrafos del Out of the Silent Planet

El orden puede surgir del caos

quien sabe

las bifurcaciones

son siempre posibilidades.

Cada uno arribará

a su propio epílogo

texto siempre inconcluso.

Fragmentada oscilación

ésa del coraje de un facón orillero

refiere imágenes

películas cíclicas

en la mente.

El latino Horacio me enseñó

recordó en mí en voz baja

acerca de la inmortalidad del poeta

del otro

contradictoria

terrena desgracia.

Usemos operaciones casuales

me exhorta

es útil en estos paréntesis de vida

se esfuman determinismos

lo importante es no sentirse

alienado en este universo.

Despertar recordar

resucitar

infinitivos del yo

se obliga Borges en mí.

Madre Leonor

voz desde el alma

le sigue leyendo

enunciado que comienza

a tornarse racional.

Definitivamente

los sistemas estables

son un subgrupo

de los inestables

se quiere convencer.

Uno y eterno viajero

de pronto

comienza a darse cuenta.

Desconsuelo alegre

es el instante esperado

Borges me libera de su sueño.

Siga el suyo

me dice

la poesía es un sinfín vacilante 

cúmulo abundancia y ausencia

multitud e individuo circular 

fragancia de rosa amarilla

luminosidad primera

preludio de crepúsculo. 

Borges comprende

que comprende

y llora.





Producción y edición:
Chacho Rodríguez Muñoz
in memoriam

I.S.B.N.: 950-843-407-4

© 1999 Sandra Pien
sandrapien@gmail.com

Editorial Vinciguerra S.R.L. 
Avenida Juan de Garay 3746 (1256) Buenos Aires
Tel/Fax 4921-1212/1969
Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723
Impreso en la Argentina - Printed in Argentina

Prohibida la reproducción total o parcial por
cualquier medio virtual, gráfico o sonoro, salvo expresa autorización de la autora.

~